Terroir
DO Ribera del Júcar · Cuenca
Los vinos de Ribera del Júcar son reconocidos por su aroma intenso y cuerpo equilibrado, que son el resultado directo de un microclima particular y de las técnicas de viticultura adaptadas a las condiciones del suelo.
A continuación explicamos las características de nuestro entorno que confieren a los vinos esa diferenciación y excepcionalidad que los hace únicos.
Río Júcar
Sur de Cuenca
La zona de producción de la DO Ribera del Júcar se caracteriza por su horizontalidad, estando constituida por una llanura en la que descansan algunos oteros. Esta horizontalidad es rota por el paso del río que da nombre a esta denominación y por algunas lomas boscosas entre Sisante y Casas de Haro.
El río Júcar juega un papel crucial en el desarrollo de las vides, no solo por regular las temperaturas y proporcionar un riego óptimo sino también por aportar una rica diversidad mineral al suelo. Esto confiere a los vinos un carácter mineral distintivo, favoreciendo la creación de vinos que expresan con honestidad el terruño de donde provienen.
El Río Júcar a su paso por la provincia de Cuenca
Suelo
Cantos rodados
Los suelos de la Ribera del Júcar principalmente arcillosos y calizos, se traducen en vinos con un marcado carácter mineral y buena acidez.
Nuestros suelos son profundos, repletos de limos y arcillas que ofrecen a las cepas reservas de hidratación en época de sequía y hacen al terreno esponjoso perfecto como base para crear un vino extraordinario.
Los guijarros o cantos rodados que se encuentran en la superficie ayudan reflejan los rayos de sol hacia los racimos de las uvas y almacenan el calor durante el día y lo expulsan durante la noche lo que favorece la maduración de las uvas.
Además favorecen la aireación y el drenaje del suelo y permite que el agua de lluvia o de riego se filtre hasta llegar a las arcillas que ofrecen una buena retención del agua en el subsuelo que la vid aprovecha en épocas de escasez.
Clima
Temperatura y Pluviometría
Nuestro río Júcar también ayuda a generar el microclima de la región: por el oeste la Sierra Muela bloquea los vientos fríos que provienen del norte, y por el este el río Júcar frena la propagación de las heladas de convección. Este microclima genera las condiciones perfectas para la creación de los vinos de la DO Ribera del Júcar
Además, el clima continental de la región, con oscilaciones térmicas significativas entre el día y la noche, influye en una adecuada maduración fenólica de las uvas.
Esta incomparable situación y el especial microclima de la Ribera del Júcar aseguran unas condiciones excelentes para el cultivo de la vid.
Galería
Paisajes de la DO Ribera del Júcar
Vides
Edad
Dentro de la Ribera del Júcar, se conservan zonas forestales de gran interés, como los pinares de pino piñonero al igual que el bosque de ribera en el que podemos encontrar sauces, chopos y olmos.
Los profundos terrenos arcilloso-calcáreos, cubiertos de cantos rodados, se asientan sobre una altiplanicie mesetaria con una altitud media que ronda los 750 metros.
Los suelos de la Ribera del Júcar principalmente arcillosos y calizos, se traducen en vinos con un marcado carácter mineral y buena acidez.
Tradición e Innovación
Prácticas Sostenibles
Muchos viticultores de Ribera del Júcar adoptan métodos de cultivo sostenibles que respetan el entorno y mejoran la calidad de la uva. En la DO Ribera del Júcar también se cultiva vino ecológico, libres de fungicidas sistémicos, pesticidas y de herbicidas químicos.
En la DO Ribera del Júcar existe una perfecta combinación de métodos tradicionales de vinificación con tecnologías modernas da como resultado vinos que respetan el legado de la región a la vez que innovan en sabores y texturas.
Biodiversidad
Valor ecológico
En DO Ribera del Júcar, se conservan zonas forestales de gran interés, como los pinares de pino piñonero al igual que el bosque de ribera en el que podemos encontrar sauces, chopos y olmos.